top of page
Detectar una plaga a tiempo es clave para evitar daños mayores. Los signos más comunes incluyen:
-
Presencia de insectos o roedores vivos o muertos.
-
Excrementos, orina o rastros visibles (típicos de roedores o cucarachas).
-
Olores desagradables (por ejemplo, olor a almizcle en infestaciones de ratas).
-
Daños en alimentos, empaques, muebles o cables.
-
Manchas, alas, caparazones o mudas de insectos (frecuentes con termitas o cucarachas).
-
Ruidos nocturnos dentro de paredes, techos o sótanos (indicativo de roedores).
-
Piquetes o reacciones en la piel, en caso de infestaciones de chinches, pulgas o mosquitos.
Una inspección profesional es esencial para confirmar la presencia y tipo de plaga.

bottom of page
